El Gobierno de Estados Unidos planea presentar en los próximos días un último acuerdo de alto al fuego a Israel y Hamás, un plan de “tómalo o déjalo” que, de ser rechazado, podría significar el fin de las negociaciones. La propuesta, que se está afinando con la colaboración de Egipto y Qatar, se centra en un acuerdo que busca la liberación de los rehenes y un alto al fuego en Gaza. Si el acuerdo no es aceptado por ambas partes, podría concluir el esfuerzo estadounidense por mediar en el conflicto.
El presidente Joe Biden, quien se reunió con el equipo negociador de Estados Unidos y con las familias de los rehenes, expresó su preocupación por la falta de avances y la reciente muerte de seis rehenes en Gaza, incluyendo a Hersh Goldberg-Polin, un joven estadounidense. Biden se mostró devastado por la noticia y reiteró la urgencia de un acuerdo que permita la liberación de los cautivos y el fin de las hostilidades.
El Instituto Nacional de Medicina Forense de Israel ha confirmado que los rehenes fueron asesinados por disparos, en contraste con la versión de Hamás que alegaba que murieron por bombardeos. El análisis forense estima que las muertes ocurrieron entre el jueves y la madrugada del viernes, lo que aumenta la presión sobre las negociaciones para alcanzar un acuerdo de paz.
El Ministerio de Sanidad palestino reporta que las operaciones bélicas en Gaza han causado la muerte de 40,786 personas y heridas a 94,224 desde el inicio del conflicto. Estas cifras, que en su mayoría incluyen a mujeres y niños, subrayan la gravedad de la situación humanitaria en la región y la necesidad urgente de una solución pacífica.