Para facilitar la accesibilidad de los adultos mayores, los discapacitados y las mujeres embarazadas en el transporte público, ciudadanos y diputados del PAN presentaron una iniciativa de reforma a la Ley de Movilidad para que los asientos preferenciales sean obligatorios.
La propuesta fue presentada por la ciudadana Ana Belén Elizondo Yáñez y avalada por el Diputado de Acción Nacional, Luis Susarrey Flores.
Se trata de una reforma a la fracción IX y X del Artículo 75 y se adiciona la fracción XI del artículo 75 a la Ley de Movilidad Sostenible y Accesibilidad para el Estado de Nuevo León, para quedar como sigue:
“Las unidades deberán contar con asientos específicamente designados para mujeres embarazadas, personas con discapacidad y adultos mayores”.
Ana Belén Elizondo es alumna del Tecnológico de Monterrey, participó recientemente en el Parlamento de la Juventud del Congreso Local y es vecina del Municipio de San Pedro.
“Mi iniciativa es para los adultos mayores en el transporte público, es de suma importancia recalcar que los adultos mayores tienen este derecho de movilidad y que muchas veces este derecho no se les está siendo protegido al no tener rampas de acceso para ellos y para las personas con discapacidad y movilidad reducida y con esta propuesta buscamos salvaguardar estos derechos de ellos para que tengan para que tengan una vida plena y tengan una movilidad más accesible y fácil”, explicó Elizondo Yáñez.
Por su parte, Luis Susarrey explicó que la iniciativa tiene el fin de que sea obligatoria la medida de contar con asientos preferenciales en el transporte público.
“La propuesta señala que todos los prestadores del servicio del transporte tienen que tener asientos exclusivos para personas de la tercera edad; este tipo de medidas ya están en las entidades de Guanajuato Yucatán, Baja California Sur, en Chihuahua y es muy común que se exija de un lugar a tres lugares para las personas de la tercera edad”, apuntó el legislador de Acción Nacional.
En Nuevo León, según el INEGI, viven 291 mil personas con discapacidad, de ellos el 50% tienen entre 30 y 69 años de edad, y sus discapacidades tienen que ver mayormente con la movilidad, la falta de visión y audición.
El censo realizado por el mismo INEGI, dirigido a evaluar la cantidad de personas de la tercera edad que viven en Nuevo León, dio a conocer que en el Estado habitan 654,050 personas mayores de 60 años, cantidad que corresponde al 11% de la población.