La reforma en materia energética propuesta por el gobierno federal, fue rechazada en la Cámara de Diputados, con 275 votos a favor y 222 en contra y cero abstenciones; debido a que no se completó la mayoría calificada.
Es decir, para que la reforma fuera aprobada, se requería que dos terceras partes de la Cámara de Diputados, 333 legisladores, votara a favor.
Previo a la votación, tras casi 12 horas de discusión, los integrantes de diversos grupos parlamentarios votaron el dictamen que reforma los artículos 4, 25, 27 y 28 de la Constitución Política, en materia de energía, y de acceso a la energía eléctrica.
La reforma, entre otras cosas, propone dar el control del sector energético a la empresa estatal Comisión Federal de Electricidad (CFE) y limitar al 46 por ciento, la participación privada en generación eléctrica para favorecer a la CFE, acusada de tener algunas plantas contaminantes y obsoletas.
La reforma eléctrica causó polémica desde que fue propuesta, tanto por los partidos de oposición, como por el sector privado nacional y extranjero, quienes han expresado de manera pública su inconformidad con este polémico e hipotético dictamen. La oposición ha criticado que la iniciativa llevaría a un aumento de las emisiones de gases contaminantes y a un encarecimiento de la electricidad.
