Más de 130 niños migrantes y desplazados concluyeron su educación en la primera escuela para esta población en el albergue Embajadores de Jesús, ubicado en Tijuana, Baja California.
El director del albergue, Gustavo Banda Aceves, explicó la importancia de proporcionar educación a las infancias migrantes, no solo como un derecho universal, sino por el desarrollo integral que les ofrece mientras sus familias esperan asilo en Estados Unidos.
La escuela ‘Ciudad de Dios’, que inició formalmente hace un año con validez oficial de la Secretaría de Educación Pública (SEP), celebró la graduación de su primera generación este fin de semana.
Esta institución, apoyada por la fundación ‘Love Does’, brinda educación primaria y secundaria a niños migrantes provenientes de países como El Salvador, Honduras, Guatemala, Colombia y Haití, así como de los estados mexicanos de Michoacán y Guerrero.
El profesor Antonio Guzmán, quien ha impartido clases en esta escuela desde su fundación, compartió que esta primera generación incluyó alumnos desplazados de diversas regiones.
Guzmán, originario de Chiapas y desplazado de su pueblo hace un par de años, encontró en Tijuana una oportunidad para servir a la comunidad migrante. Desde entonces, ha dedicado su experiencia de 29 años en la docencia a apoyar en el albergue, motivado por su vocación como predicador y educador.
