Una “defectuosa gobernanza de la crisis” sanitaria por COVID-19 en México provocó un daño “devastador”, según un informe final presentado por la Comisión Independiente de Investigación sobre la Pandemia de COVID-19 en México. Este informe destaca que se registraron más de 800 mil muertes en exceso, de las cuales alrededor de 300 mil se pudieron haber evitado con una mejor gestión.
Entre las graves fallas identificadas en la gestión de la emergencia sanitaria, la Comisión destacó la permanente subestimación del virus, la centralización y personalización de las decisiones, y la política de “austeridad” del gobierno, que dejó sin recursos al sistema de salud.
El informe también resaltó que México enfrentaba problemas graves en su sistema de salud antes de la pandemia, debido a la falta de inversión crónica y reformas debilitantes, así como una alta prevalencia de enfermedades crónicas en la población y profundas desigualdades.
Durante la segunda ola de la pandemia, la Ciudad de México se convirtió en la zona más mortal, con el 24% de las muertes en exceso, a pesar de tener solo el 7.3% de la población. Esto, según el informe, se debió al uso de datos incorrectos o falsos para el cálculo del semáforo de riesgo y a la posposición de las medidas sanitarias adecuadas.
Además, el informe destacó que el 60% de los enfermos en el país acudieron a consultorios y farmacias privadas, donde con frecuencia recibieron malas recomendaciones o sobre medicación.
Sobre la vacunación, se menciona que México no alcanzó la cobertura en vacunación de la mayoría de América Latina y que el avance fue lento, a pesar de contar con vacunas, lo que provocó muertes evitables.
El informe finaliza con una serie de recomendaciones para las autoridades mexicanas, que incluyen la rehabilitación de órganos colegiados especializados en salud, la reconstrucción de capacidades técnicas y administrativas del Estado, la implementación de protocolos preestablecidos de comunicación de riesgos y crisis, y un plan nacional de aumento de inversión en salud, entre otros.
Este informe ha generado un debate sobre la gestión de la pandemia en México y ha puesto de manifiesto la necesidad de mejorar las políticas y acciones para enfrentar futuras emergencias sanitarias.