La elección judicial en México enfrenta incertidumbres operativas, incluso entre algunos consejeros del INE. Un simulacro organizado por la fracción del PRI en San Lázaro reveló que un ciudadano tardó más de cuatro horas en votar en un ejercicio hipotético para la elección en la CDMX, lo que ha generado inquietudes sobre la eficacia del proceso que seleccionará a 648 juzgadores de entre 4,000 candidatos.
Rubén Moreira, líder del PRI, criticó el simulacro, llamándolo “una locura” y sugiriendo que será necesaria una reforma adicional a la reforma judicial para mejorar la situación. Esto refleja las preocupaciones sobre el funcionamiento del sistema electoral previsto.
Además, hay dudas sobre el número de boletas que el INE necesitará imprimir y cómo estarán diseñadas. La consejera Dania Ravel estima que serán necesarios alrededor de 600 millones de boletas, un aumento significativo respecto a la impresión de 317 millones en la elección anterior. Este volumen plantea un desafío logístico importante para el INE.
El diseño de las boletas también es un punto crítico, ya que deberán incluir información específica como el cargo y la entidad federativa correspondiente. Esto complica el proceso de producción y distribución de las boletas, lo que podría retrasar la elección.
La presidenta del INE, Guadalupe Taddei, afirmó que las boletas contarán con mecanismos de seguridad y un diseño práctico para facilitar el voto. Sin embargo, la falta de claridad sobre los detalles operativos continúa generando preocupaciones a medida que se acercan las elecciones.
