Aunque Nuevo León registró en 2024 su año más lluvioso desde 2010 y las presas están a su máxima capacidad, comunidades del sur del estado, como Mier y Noriega, cumplen un año sin suministro de agua potable. Ejidatarios de zonas como Las Palomas, El Lindero y Cerros Blancos denuncian que la red hídrica de Agua y Drenaje de Monterrey no ha proporcionado ni una gota de agua en meses, obligándolos a depender de aljibes con agua de mala calidad, lo que ha causado enfermedades estomacales y problemas dermatológicos, afectando principalmente a niños y adultos mayores.
Esperanza Alvarado, habitante de Las Palomas, relata las dificultades diarias: “Tenemos un año completo sin agua de la llave. Usamos agua del aljibe para bañarnos y cocinar, pero está contaminada. Los niños tienen diarrea y alergias”. Por su parte, Lorena Rivas, de Cerros Blancos, criticó que aún llegan recibos de Agua y Drenaje pese a no recibir el servicio. Además, señaló la falta de apoyo con pipas, que anteriormente llegaban en casos de emergencia.
Los habitantes denuncian sentirse abandonados, recordando las promesas del Gobernador Samuel García de no olvidar a las comunidades del sur. “Prometieron tanto, pero seguimos reabandonados”, lamentan, mientras claman por una solución urgente al prolongado desabasto de agua que afecta su salud y calidad de vida.