Ucrania lanza operación “Telaraña” y destruye 41 aviones rusos con drones militares

El domingo 1 de junio, Ucrania ejecutó un ataque sin precedentes contra bases aéreas rusas, destruyendo 41 aeronaves militares en una operación denominada “Telaraña”. Según el presidente Volodimir Zelensky, esta ofensiva fue planeada durante más de 18 meses y supervisada directamente por él, con el objetivo de debilitar estratégicamente la fuerza aérea rusa. El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) estimó en 7,000 millones de dólares los daños provocados.

La operación fue llevada a cabo mediante drones militares camuflados y transportados en camiones, ocultos bajo techos falsos de estructuras de madera. Esta sofisticada logística permitió burlar los sistemas de defensa aérea rusos y atacar con precisión múltiples aeródromos. Entre los aviones destruidos se encuentran bombarderos estratégicos Tupolev Tu-95 y Tu-22M, así como aeronaves de alerta temprana A-50, clave para la coordinación aérea y detección de misiles enemigos.

El ataque, que evidenció la vulnerabilidad de la infraestructura militar rusa, se dio en un contexto clave del conflicto: apenas un día antes de una nueva ronda de negociaciones de paz en Estambul. Zelensky reiteró que Ucrania busca un alto al fuego completo, la liberación de prisioneros y el regreso de menores deportados.

Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso reconoció los ataques, aunque minimizó su impacto, confirmando daños e incendios en bases ubicadas en Irkutsk y Murmansk. También aseguró haber repelido otros intentos de ataque en regiones como Amur, Ivanovo y Ryazan. Las autoridades rusas llamaron a la población a mantener la calma y evitar difundir información sensible. La Operación Telaraña representa una de las acciones más contundentes de Ucrania dentro del conflicto, marcando un golpe estratégico sin precedentes.